“Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.”
Estos versos de Antonio Machado, inmortales en la voz de Joan Manuel Serrat, se hacen aún más ciertos en los diferentes “caminos” que recorren nuestra geografía. El más conocido, el de Santiago, recibe cada año a millones de peregrinos venidos de todo el mundo y llegados a la capital compostelana por diversas rutas: el camino francés, el del norte, el primitivo, el portugués, la Ruta de la Plata… Pero no es el único. El camino del Cid, la ruta del Quijote, la del califato, la transpirenaica o el camino de Uclés ganan adeptos poco a poco.
Cualquier senda es buena si de “hacer camino al andar” se trata. Los caminos de peregrinación han dado muchos pasos más allá de su vertiente religiosa y hoy los disfrutamos también como una forma de hacer deporte, disfrutar de la naturaleza, conectar con nosotros mismos, reflexionar, relajarnos…
Os invitamos a descubrir uno muy especial y a un paso de casa: el camino de Uclés.
De Madrid a Uclés
En lo alto de un pequeño cerro, bañado por el río Bedija, se alza flamante y majestuoso el Monasterio de Uclés, cuna de una de las órdenes religiosas más prestigiosas de la historia española: los caballeros de Santiago. De hecho, el lugar fue sede de la Orden de los hermanos de Santiago. Edificado en 1170 por mandato del rey Fernando II de León para defender la frontera musulmana-leonesa, pronto se convirtió en una tranquila hospedería gracias a su lejanía con las principales rutas peregrinas. La ruta, recuperada desde 2010, tiene 144 km y conecta la iglesia de Santiago en Madrid, muy cerquita de la catedral de la Almudena, con el monasterio.
Los peregrinos, a pie o en bicicleta, solo tienen que seguir las marcas emblemáticas de la Orden de Santiago: una cruz roja con fondo blanco. No os extrañéis si en algunas zonas veis también las características flechas amarillas del Camino de Santiago. El camino de Uclés marcado con las cruces rojas hace el recorrido Madrid-Uclés. Mientras, las amarillas se encuentran en sentido contrario ya que van de Uclés a la capital para llegar desde allí después a Santiago.
Cómo conseguir la ‘Uclessiana’
Quien desee hacer el camino de Uclés con un objetivo religioso podrá conseguir la “Uclessiana”, un documento que certifica que se ha peregrinado hasta el monasterio como ocurre con la compostela cuando peregrinas a Santiago, la muxiana si llevas a Muxia o la Fisterrana si lo haces hasta Finisterre. Para obtener la tuya, hazte primero con la credencial que se consigue solo a través de la Asociación Amigos del Camino de Uclés. En ella se irán recogiendo los sellos a lo largo del Camino. Para obtener la Uclessiana necesitas al menos un sello por población.
El precio total de Credencial y Uclessiana es de 4 euros y se pueden conseguir en el domicilio de la Asociación en C/ Sierra del Cadi, 17, Rivas Vaciamadrid, Madrid Tlf. 661.531.295
A pedales sobre el Camino
El Camino de Uclés es hoy una ruta muy bien señalizada y con buena parte de sus trazados con carriles bici lo que hace que sea una perfecta para disfrutar en MBT. Conviene, eso sí, estar muy atento al trazado para no despistarnos y perdernos alguna flecha y observar con cuidado si hay otros peregrinos cerca, especialmente a pie.
En La Bekada vamos a disfrutar muy pronto de un viaje al Camino de Uclés. Puedes conocer todos los detalles aquí.